Con el alma en este club de semicadáveres, donde no se sabe como empezó y tampoco como termina. No te encontraba, y ahora te encontré, justo cuando me tengo que alejar...
En este silencio que grita su nombre. en esta oscuridad que refleja su rostro. Me hace pensar en esos abrazos llenos de espinas que me detienen el mundo, y en su mirada fría y perdida. Y aunque se que no volverá, aún espero con las luciérnagas que algún día, ese sol bese a esta luna.
Gestos que se convierten en sonrisas, miradas que se convierten en caricias, letras que se convierten en palabras, palabras que acortan distancia... Detalles que iluminan la piel, silencios que hablan al viento... Aprendiendo, viviendo, sintiendo..