lunes, 23 de julio de 2012

Patrañas

Una de las mentes que más quisiera comprender, es la mía. Es desesperante sentir que algo me pasa y no saber que.

Agobiante resulta ver como uno a uno mis mecanismos de defensa van siendo vencidos por algo que no puedo reconocer lo que es... ver como poco a poco caigo en pedazos; impotencia.

Agotador luchar contra todo esto sin saber que más hacer.

Sólo logro susurrar un ¡ayuda! insignificante, que más bien es un grito de silencio.

Luego respiro, como siempre, sonrío, y, patológicamente me digo a mi misma: "Va, probablemente no es nada"...

Patrañas!!!