Agobiante resulta ver como uno a uno mis mecanismos de defensa van siendo vencidos por algo que no puedo reconocer lo que es... ver como poco a poco caigo en pedazos; impotencia.
Agotador luchar contra todo esto sin saber que más hacer.
Sólo logro susurrar un ¡ayuda! insignificante, que más bien es un grito de silencio.
Luego respiro, como siempre, sonrío, y, patológicamente me digo a mi misma: "Va, probablemente no es nada"...
Patrañas!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario